5/11/12

Seda para una geisha

Hola,

Tal vez una de las tradiciones japonesas más sorprendentes para un occidental es la existencia de las geishas, tanto por su atuendo, como por su manera de actuar y su identidad como tal, a lo que sin duda ha contribuido el cine y la publicación de algún que otro conocido libro.

Aunque inicialmente había hombres también entre este sector de la población japonesa, en la actualidad solo conservan esta tradición las mujeres, u onna geisha (mujer geisha), como eran conocidas cuando compartían modo de vivir con los hombres. Educadas especialemnte para adquierir habilidades específicas en las artes tradicionales japonesas: shaminen, tambor (taiko), flauta de bambú (shakuhachi), arrreglos florales (ikebana), sado (ceremonia del te), baile, así como en literatura y poesía, pasan por diferentes etapas iniciáticas que culminan con el estatus de geisha. A pesar de que existe cierta "incertidumbre" acerca de sus "quehaceres", y según las escuelas en las que se forman y en las casas de te en las que realizan normalmente su trabajo, no culminan sus tareas de acompañamiento y entretenimiento con actividades sexuales. Su elegancia y alta cultura en la que han vivido siempre las convertían en referentes para las niñas de los ambientes y clases sociales japonesas más deprimidas.

Si hay algo que caracteriza a una geisha es su atuendo, y resulta difícil pensar en una Geisha y  no hacerlo en seda, ya que es el material del que están confeccionados los Kimono con los que se cubren. Consideranto esto ¿hay algo más apropiado para representar a una geisha que esa misma seda en la que se envuelven?


 


Para acompañar a nuestra geisha particular de hoy, terminamos con un haiku, que es la forma de poesía tradicional japonesa, caracterizado por estar formado por tres versos, de cinco, siete y cinco moras respectivamente (al traducirlo a otra lengua las moras se "transforman" en sílabas), con los que el autor pretende demostrar su asombro por la naturaleza:

El primer sol de la mañana
viene sigilosamente
a la escarcha del bosque.


Espero que os haya gustado,

¡Hasta la próxima!

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