27/11/12

Fuera estrés navideño: mesa perfectamente vestida

Hola,

Los preparativos para Nochebuena agotan al más pintado. En primer lugar, hemos de saber cuántas personas van a venir a cenar, información que no siempre es real, porque siempre aparecen comensales a última hora... por mucho que trates de organizarlo todo con mucho tiempo de antelación, a veces creo que es mejor no empezar a preguntar tan pronto... Una vez que tenemos un número aproximado de comensales, tenemos que pensar en las viandas. Más estrés. No siempre resulta fácil agradar a todo el mundo. Unos no quieren incluir en el menú nada que tenga que ver con el marisco porque en esta época cuestan mucho más que en cualquier otra época del año, a otros no les gusta el pescado y la carne no es una excepción: "¿pavo? no, no, que no sabe a nada", "¿cordero asado? no sé, tú verás, pero el último año se quedó muy seco (te muerdes la lengua por no decir, claro, si hubiérais venido a la hora acordada, hubiera estado en su punto), "no, no, nada de plancha, que somos un montón y cuando los primeros ya se han comido el solomillo, los últimos aún andan diciendo que huele bien....". A todo esto, todo el mundo bien arreglado, y tú, la cocinera anfitriona, con el delantal, oliendo a chamuscado y los pelos de punta, porque no te ha dado tiempo ni a secártelos tras la ducha ultra-rápida. Así, al final, coges al toro por los cuernos (como decirmos por aquí) y compras unos langostinos (no muy grandes, que son algo más baratos), rehogas una lombarda (col morada) con piñones y pasas, haces un poco de pesacado en salsa verde (que lo puedes dejar hecho un día antes) y preparas un pollo relleno... fin de la historia, total, hagas lo que hagas, seguro que a alguien no le parece bien.

No penséis que nos hemos olvidado de "los otros preparativos". No, no, no (Como diría tu hermana o cuñada con el pavo). Esos son mucho más agradecidos y menos estresantes. Son los que más nos gustan: nuestras labores.

Para recibir a nuestros invitados y dejarlos con la boca abierta (incluso a aquellos que tosen disimuladamente para no reconocerlo...) nada mejor que una mesa "de lujo", como la que prepara Pilar con este mantel que os muestro en esta entrada: sobre tela blanca, con unos alegres muñecos de nieve en el centro y acompañados con dos diseños distintos de Nöel y unos abetos en las esquinas. Pilar... con un mantel así, da igual lo que pongas de comer... ya has triunfado. ¡Perfecto!







Espero que os haya gustado,

¡Hasta la próxima!

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